Hoy en día hay pocos jugadores que aman los colores del equipo que les ha ayudado a formarse y les ha defendido siempre. En España, sin ser en el Barça y el Real Madrid, no vemos muchos casos de estos jugadores que juran amor eterno a unos colores. Hay que emigrar, para ver ejemplos como el de Jack Wilshere, chaval que con 21 años, ya ha declarado antes los medios de comunicación que quiere estar siempre en el equipo de Londres y espera llegar a ser el Steven Gerrard del Arsenal (jugador que lleva toda la vida en el equipo de Anfield y que ha ganado muchos títulos con los del Liverpool). Esto hace que se gane el cariño de la afición y que esta la defienda en cualquier momento. Sin embargo, hay más jugadores que prefieren los billetes a pasar a la historia de su club.Pero, si echamos la vista atrás, recordaremos a mítico jugador del Atlético de Bilbao, el gran Julen Guerrero.
Julen, fue jugador de las máximas categorías del equipo Vasco, durante 14 largos años (1992-2006), era mediapunta y jamás se pensó salir del equipo de sus amores. Sus hilos con el Athletic empezaron cuando tenía 8 años, que fichó en las categorías inferiores. Con un debut prematuro con el primer equipo, a sus 18 añitos. Edad suficiente para jugar 37 partidos, marcar10 goles, y consagrarse como la promesa del fútbol español. Un mediapunta con gran llegada, buena visión, fuerza y mucha sangre. Tanto se esperaba de él, que el año siguiente, con 19 años, recibió la llamada de Clemente (el seleccionador español en esos momentos), para debutar con la camiseta roja.
Se oía hablar del rey león por todo el mundo, equipos de todas partes se peleaban por él. Pero el siempre rechazaba las propuestas de los demás clubes sabía lo que El athletic Club había echo por él y no podía agradecerle al club de otro modo que defendiendo la camiseta rojiblanca.Y si ya de por sí tenia muchas novias, más le llegarían cuando al acabar la siguiente temporada se encontraba en las estadísticas de máximos artilleros del campeonato marcando 18 dianas, lo que resaltaba cada vez más su llegada al área. Conforme iban pasando los años, la perla rojiblanca, fue nombrada la revelación y mejor jugador español. Y logró llevar al club vasco hasta la segunda posición en la máxima competición española
Pero en 1990, el entrenador Luis Fernández que llevaba 9 años al cargo sentó al héroe de Bilbao, Guerrero en el banquillo con sus 26 años, cuando todos pensábamos que podía ser uno de los mejores jugadores de la historia de España (por no decir el mejor), cosa que no le sentó nada bien a la grada del equipo del mítico San Mamés. Como no podía ser de otro modo Fernández fue despedido esa temporada. La misma temporada ocurrió uno de los peores momentos que ha sufrido el León, cuando tras actuaciones irregulares, el Cholo Siemeone (actual entrenador del Atlético de Madrid) le propinó la famosa entrada que dio lugar a unas de las páginas mas negras en la historia de San Mamés y para el joven fenómeno español.
Después de recuperarse de una serie de lesiones, que le tuvo apartado de los terrenos de juego durante un largo periodo, fue suplente, y pasó a un segundo plano siendo un jugador muy irregular, aunque siempre mostraba destellos de su gran clase, pero aún así el público aplaudía siempre que salía al terreno de juego aunque fuese sólo para calentar. A San Mamés no le quedaba otra que rendirse a los pies del eterno 8 tras demostrar siempre que luchaba por y para el club.
En lo que respecta a su etapa con la selección nacional llegó a marcar 13 goles y sólo perdió un partido en sus 41 convocatorias. Y fue determinante para que llegaramos a cuartos en el mundial de 1994 que caimos eliminados contra EEUU.
Julen Guerrero, más conocido por sus fans como el Rey León, único en rechazar un cheque en blanco del AC Milán para quedarse en el club de su vida e intentar llevar al Athletic Club a lo más alto.
@Roberto_galdar