A pocas semanas para que dé comienzo el inicio de las principales ligas europeas, muchos focos de atención están centrados en una competición que hace 5 años no resultaba tan mediática. Hablamos, como no, de la Ligue 1 francesa, que gracias al dinero del Paris Saint-Germain y el Monaco, ha traído a tierras francesas a algunos de los mejores jugadores del mundo. La competición se prevé como una lucha entres parisinos y monegascos por alzar al entorchado de campeón de liga al finalizar la temporada. Y hoy, vamos a analizar el nuevo proyecto del PSG.
Entrenador
Laurent Blanc, el que fuera jugador del FC Barcelona y Manchester United, entre otros, fue un elegante defensa central campeón del mundo y de Europa. Como jugador fue uno de los mejores, un central seguro que tenía una cabeza privilegiada para leer las jugadas. Con esa misma cabeza supo inventarse de la nada un equipo campeón, el Girondins de Burdeos, que conquistó la Ligue 1 en 2009, poniendo fin a los 8 años consecutivos del Olympique de Lyon como campeón de Francia. Ese equipo maravilló a Europa, con un Gourcuff liderando el ataque (nunca más ha vuelto a demostrar el nivel de esos años) con magia, visión de juego y talento, el mismo que hizo que se le comparara con Zinedine Zidane. Con el hijo de Christian Gourcuff como “jugador estrella”, las labores de contención eran obra de Alou Diarrà, un portento físico que sabía como posicionarse en todo momento. Y arriba, el hoy olvidado en Londres Marouane Chamakh como finalizador de las jugadas.
Su Girondins de Burdeos era un equipo virtuoso, al que daba gusto verle jugar por su tendencia a tener el balón con la intención de moverlo hasta encontrar el hueco donde hacer daño al rival. Normalmente, solía utilizar un 4-3-1-2, salvo en ocasiones en las que reforzaba el centro del campo ante rivales más fuertes. En esta etapa que inicia en París, coincidirá el jugar con dos puntas, algo que es cada vez más difícil de ver en los equipos de hoy en día.
Formación
Sería una sorpresa que el ex seleccionador francés decidiera utilizar un esquema distinto al utilizado la pasada temporada por Carlo Ancelotti. Un 4-4-2 con dos jugadores muy abiertos a las bandas, rápidos y con capacidad asociativa. Arriba, dos delanteros que ni mucho menos permanecerán estáticos. Ibrahimovic será quien baje más a recibir el balón. El delantero sueco ha ido retrasando su posición con el paso de los años, y gracias a su excelente calidad técnica puede ocupar la zona de tres cuartos del campo. El hueco que dejará arriba, será muy bien explotado por el fichaje estrella de este año: el uruguayo Edinson Cavani. El charrúa suele partir desde la izquierda en su selección, para ocupar el área llegando desde atrás y con potencia. Y estos movimientos de ambos cracks se repetirán muy a menudo, pero también ocuparán mucho el área para recibir los centros y jugadas de los Lavezzi, Lucas Moura o Pastore, hombres que desde las bandas harán daño y que serán los puntas de lanza cuando el gigante parisino salga al contraataque. Toda esta amalgama de ataque y calidad estará bien cubierta por un doble pivote de destrucción y creación. Matuidi será la escoba, el encargado de robar balones y defender las jugadas y contragolpes. A su lado, contará con el joven talento por el que media Europa suspira por tenerlo en sus filas: Marco Verratti. El italiano será el encargado de gestionar las jugadas de ataque, de crear las jugadas entrelazadas que acaben en gol. Sin olvidar que el ex del Pescara no es de los que esconden la pierna cuando hay que recuperar la posesión del esférico, poniéndose el mono de trabajo cuando hace falta para ayudar a Matuidi en las labores de contención y brega. Como reservas dispuestos a echar una mano desde el banquillo cuando haga falta, los siempre fiables Thiago Motta y Clément Chantome.
Ya centrándonos en la línea defensiva, la presumible pareja de centrales será brasileña. Thiago Silva y Marquinhos mezclan experiencia y juventud. El capitán del equipo es uno de los mejores defensas del mundo, por no decir el mejor. Si Thiago Silva tiene el día, se convierte en una muralla inexpugnable. En los centros laterales es un seguro de vida. Por su parte, el “desconocido” Marquinhos llega tras solo una temporada en la élite, en la AS Roma, y se desconoce como reaccionará en partidos de máximo nivel como los de la UEFA Champions League. A pesar de esto, es un joven con una gran salida de balón, que cuando inicia la jugada no le importa sobrepasar la línea del centro del campo. Como secundarios de esta pareja, Sakho y Alex. El francés parece haberse estancado un poco, la competencia no le ha permitido progresar, pero es un portento físico que lee muy bien el juego y va bien por arriba. Pero el que sí va muy bien por arriba es Alex, un auténtico peligro en el juego aéreo, y que puede convertirse en una muy buena opción para las jugadas a balón parado (pudiendo incluso marcar buenos goles de falta). En los laterales, Maxwell por la izquierda y Jallet por la derecha aseguran buen trabajo defensivo y un ataque más que aceptable cuando toca. Y como suplentes, Van der Wiel y otro fichaje, Lucas Digne. El holandés es muy explosivo arriba, pero en defensa tiene lagunas, y a pesar de ser una promesa hace algunos años, sigue siendo irregular. Por parte de Digne, llega para en un futuro no muy lejano, hacerse con el puesto en el lateral izquierdo, aparte de sumar una nacionalidad francesa al equipo. En la portería, Sirigu ha demostrado sus cualidades, y tiene un recambio veterano en el banquillo como Douchez. Queda saber si Aréola, que viene de ser clave en el Mundial Sub-20 ganado por Francia, saldrá cedido. Verse relegado otra vez como tercer portero no beneficiará a ninguna de las dos partes.
Este sería el supuesto 11 inicial del PSG:
Todavía es pronto para saber los planes de Blanc, pero podemos aventurar algunas cosas. Será interesante ver si da minutos a jóvenes como Odenga, a quien hizo debutar en la Supercopa francesa y logró el gol del empate. Además de jóvenes valores como Adrien Rabiot, cedido la pasada campaña al Toulouse y uno de los hombres más destacados del Europeo Sub´19 en el que Francia acaba de quedar subcampeona.
Lo que sí está claro, es que la lucha por lograr la Ligue 1 será apasionante, especialmente los duelos ante el Monaco de Claudio Ranieri. Veremos que proyecto acaba conquistando la gloria. Cada vez son más los ojos que dirigen su vista a Francia y su fútbol, y estos querrán ver un buen espectáculo.
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